Me cuesta sonreír cuando vivo permanentemente con dolores, pero siempre recuerdo aquella frase que sentenciaba que no te pueden ver sufrir. Por eso, esta semana me enfundé en mis tacones y mis faldas vaporosas. Esta semana casi hace un año que me extirparon a Garbancito y su hueco lo llena sobre todo la ilusión no volver a pasar por otro cáncer.
Mi pobre abuela, además, recomendaba siempre tomar una aspirina y seguir hacia adelante, sin mirar atrás y sin dudar. Mira que lo intento, pero viene Migrañona y lo fastidia. Entonces saco mi megapastilla, duermo un poco, me estiro la piel y sonrío (si puedo).
Las faldas animan e impulsan como los tacones, no hacia arriba, pero bien sirven para obligarte a caminar recta, sentarme “Como Dios Manda”, no abandonar las alzas de la pasada semana y, sobre todo, soñar con que en los cuentos las Princesas siempre salen victoriosas.
Me giro cuando escucho un comentario, me convenzo de que todo va mejor cuando camino hacia el trabajo, me apuro cuando no veo el Excel con los miles de celdas sobre igualdad, me enfurezco cuando sube el dolor a las seis, pero me obligo a pensar que “no hay mal que cien años dure ni animal que lo resista”.
Feliz aniversario y feliz Semana Santa. Fuerte abrazo.
Es dificil opinar sobre tu forma de enfrentar la vida. Es tanta tu valentía, tu fuerza, tu tesón…
Sólo decirte que tus hermosos comentarios me ayudan a vivir.
Un fuerte abrazo
Cada dia me esfuerzo por enfrentar con alegría la vída que me toca vivir. Y cada día descubro un motivo más para disfrutar.
Un fuerte abrazo.
Esta primavera te esta sentando dabuten….
Aguanta la migra y cuando la pilles distraída !ate un respiro….menuda intensa chupoptera!….
Pues te sacaste ese intruso de encima hace un año…el orden de rigor en defenderte y no bajar la guardia ….un chocolatito de vez en cuando aumenta un montón de cousiñas buenas…besos LARRIU….