Los médicos de ambulatorio, los llamados “Médicos de familia” no solo escuchan, auscultan y recetan en cinco minutos. Ella hoy ha cometido una infracción, ha estado al menos doce minutos, me ha explicado, me ha recetado aspirina para el alma, acompañado a la puerta y dado un abrazo de aliento y coraje. ¡Para que luego digan que los médicos se han desalmado!
No volveré allí hasta que no tenga fecha para emprender el camino, pero salgo del lugar volando… se ha disipado mucha de la ansiedad y la incertidumbre.
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