Entretente y sonríe mientras trabajas

Con 8 años fui interna a un colegio en Francia. Entre las paredes de aquel lugar frio y sobrio, aprendí dos lecciones clave: no hay tiempo para aburrirse y hay que levantarse alegre cada mañana para afrontar cada día.

Una monjita anciana que no podía ya impartir clase, cocinar o supervisar las aulas donde estudiábamos, pasaba las mañanas barriendo los comedores de la planta baja con el mismo mimo con que cada mañana rezaba en la misa del amanecer. Ella, un día, cuando yo le miraba sorprendida por el rigor y constancia en los movimientos de barrido diario me dijo: no tengo tiempo para aburrirme. Sonrió y siguió barriendo. No entendía siquiera que me planteara tal cuestión.

Sor Mercedes, otra monjita de Fuenterrabía, nos daba clases de costura, supervisaba el comedor y los servicios generales. Como cómplice de nuestro idioma común, se preocupaba de nuestro bienestar, que comiéramos bien, que no nos faltara de nada y  llegáramos a la hora al aula. Cada mañana, sobre todo, con su Bonjour, nos daba ejemplo vivir con alegría ante la adversidad con su risa franca. Porque solo sonriendo se encaran bien los días en los colegios sin calefacción. Aunque en un momento dado haya que ponerse dura y llamar la atención porque alguien se desvíe del camino.

Debo estar haciéndome mayor, las últimas semanas de médicos me están agotando la paciencia y comiendo la moral, por eso recupero la importancia de no aburrirse ni de una misma y de sonreir para disfrutar del trabajo y compartir con compañeros y/o clientes. Aunque solo sea trabajo, copa parte de nuestra vida, y por ello, hay que poner todo el corazón y la inteligencia.


GuardarGuardar

GuardarGuardar

GuardarGuardar

GuardarGuardar

GuardarGuardar

GuardarGuardar

GuardarGuardar

GuardarGuardar

GuardarGuardar

GuardarGuardar

GuardarGuardar

GuardarGuardar

Sígueme y da me gusta:

10 opiniones en “Entretente y sonríe mientras trabajas”

  1. Estuviste interna antes de Lecsroz…??, no.sabia esa faceta tuya,,, efectivamente, tiene sus cosas buenas eso de los.internados

    1. Antes de estudiar en Lecároz sestuve interna en Francia. Allí aprendí del frio y la humedad, de la comida francés y de
      Salud y saludos,

  2. No nos aburriamos ni a vuelta del cole al internado, cogíamos una piedrica en el jardín de la iglesia y a turnos la llevábamos hasta la entrada del » St. Joseph».
    Allí se quedaba mezclada con las demás, y al día siguiente lo mismo….
    Jajajaja

    1. Y felices…
      Un abrazo fuerte y siempre mi agradecimiento por estar siempre ahí, con un humor fino y con una gran capacidad de escucha.
      abrazo, salud y saludos,

    1. Silencioso, triste y vacío. Por no hablar del frio de un colegio cerrado todo el fin de semana, a la espera de llegada de las alumnas el lunes.

  3. Ya decia yo: que completa y recia es esta chica. Lo que no me gusta tanto ese menu de «comer la moral»….cocinarla aun.
    ¿Volviste allí donde la vida a camara lenta hoy regala buenos e unicos recuerdos? ¿Donde dejaste a «sor/presa del amor hermoso»?

    1. Volví allí y siempre que paso quisiera quedarme por un tiempo, para empaparme de esa paz que me llenaba el ruido del río colidante.
      Salud y saludos,

    1. No siempre sale fácil la sonrisa, suelo caer rápidamente en la risa abierta, pero hago siempre el intento. Sin ir más lejos esta semana caí en un super-momento de desánimo cuando tenía que salir del trabajo y dirigirme a la revisión. Quisé llorar y lloré, pero en cuanto cogí el coche me dije: «Navarra siempre pa`lante». Al salir del médico fui a comer para coger fuerzas. Volví al trabajo, miré por la ventana y sonreí: estaba viva.
      Salud y saludos,

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

error

Te gusto la entrada? Por favor, comparte :)