Y han pasado casi quince días desde que me vio la doctora. Toca volver a la dura realidad y hacer balance y revisión. Me he puesto a prueba para ver cómo responde mi cuerpo ante los cambios, y he perdido. Solucionado el incidente, las pastillas fuera de casa que la farmacia suministra si tienes receta, he dormido fuera de casa, he andado 20.000 pasos en un día, he comido bacalao, he visto un cuadro de El Bosco, tres esculturas de Oteiza que cubrían todo el espacio, he recorrido la cornisa del mar con jaqueca creciente.
Y decía que he perdido pero no es del todo verdad. Solamente he sido más consciente de cómo me resulta más fácil estar bien cuando estoy en un entorno seguro y cierto, en casa con tranquilidad, paseando con el rigor que el Iphone se empeña, ingiriendo la alimentación indicada y durmiendo como si no hubiera un mañana.
No tengo mucho que contarle. El sueño sigue siendo el caballo de batalla. Aunque el sueño de volver a vivir sin efectos secundarios, ese no me falta.
Aupa y ánimo ya vendra el sueño y tambien se cumplira tu sueño, muchos muxus, GUAPA REGUAPA,
Me encanta tu forma de ver la vida…ánimo y a por todas…muxus
Muchas gracias.