A buen ritmo y sin mirar atrás


Iba a pedir perdón por escribir post tristes
, o que lo parezcan, cuando lo que intento siempre es transmitir que la lucha merece la pena, que no se puede dejar de hacerlo y que si no se gana no será por no haberlo intentado. Y estas palabras van sobre todo para mis dos grandes amigos del alma que hoy me han hecho el regalo del año, su compañía, buena conversación, excelente comida y todo su cariño. Porque ellos me han recordado por qué y para quién emprendí esta aventura entre letras e imágenes. Uno con nombre arcángel, el otro con el nombre del padre de Jesús. Ellos saben.

Escribo porque un día me detectaron un cáncer y supe, como ya he contado varias veces, que de todo se puede aprender, y creo que debo, por mi condición de disfrutadora de la vida, transmitir que si un cuerpo de partida maltrecho lo está logrando, mucho más conseguirán otras campeonas.

Escribo para recordarme a diario que la vida es un gran regalo, para mi familia, amigos y conocidos que sufrieron lo peor de una etapa y ahora comparten mi reincorporación laboral y mi lucha contra los efectos secundarios del largo tratamiento que me espera.

Dicho lo anterior, me reitero en que no voy a pedir perdón por escribir textos tristes, o que lo parezcan, y me reafirmo en que hay que releerlos si al final de cada post no has encontrado esa honda satisfacción que brota ante la posibilidad de levantarme cada mañana, aunque sea con migraña, por tener que aumentar la letra del ordenador, por saltar de la silla con el hormigueo de piernas, por los ruidos de oídos, por el linfedema, por la falta de defensas. Ahora si parece triste, pero no lo es, porque lo mejor del caso es que, como mi amatxi, tomo un pastillazo y voy al trabajo, pego a mi pierna para engañar al cosquilleo, tapo los oídos y me pongo una media en la pierna para deshinchar. Es decir, todos los días siento que lo mejor está por venir.

Y no puedo terminar sin brindar por la amistad y agradecer que fui la última en llegar y me aceptaron sin cuestionar.

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4 opiniones en “A buen ritmo y sin mirar atrás”

  1. No hay tristeza en tus sentimientos en blanco y negro, si no lucha y tesón que da fuerza y esperanza ante una enfermedad que está durmiente en muchos y despierta en otros tantos. Gracias

  2. Luchas por tu familia, por tus amigos y por ti misma…. por el regalo de la vida. Y eso nunca, nunca, es triste.
    Nuestro camino es duro, pero con un aprendizaje brutal para exprimir al máximo ese regalo de la vida…

    1. Desde luego que el ánimo hay que tenerlo arriba y, cuando no se tiene, buscar como saltar, sonreír y ver el sol de cada día, que lo hay. Gracias por Turpi por continuar en el camino, sin desfallecer. Salud y saludos,

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