Y cae cada día, llega la noche y toca tomar la medicación. Solo faltan cuatro años y diez meses para dejarlo. Parece una enfermedad crónica, aunque mejor pensar que es el alimento de vida. Además, tengo suerte, el blíster es verde como el Baztán y recuerda al prado de mi valle.
Hay que ser obediente y no olvidar la medicación ni cuando te vas de viaje ni nunca. Por eso, cuando me tomo la primera pastilla, dejo el vasito como recordatorio de » hechos la mitad de los deberes». Al rato vuelvo y termino la operación, eso si, metiendo el vaso con fuerza en el lava-vajillas y casi gritando un Bravo.
Para equilibrar la química he empezado a seguir los pasos de un señor de ochenta y tres años que comienza cada mañana con dos cucharadas de jugo de Aloe Vera, ducha de agua fría y gimnasia. Quizá me vaya bien y llegue a su edad con su vigor y con un poco menos de nariz. Ese es mi padre.
Si cuando me rocé con la moto las hojitas aminoraron mi herida, quizá ahora hidrate mi cuerpo, minimice la rosácea, cierre heridas de estómago y acidez, la gastritis crónica, fortalecer las encías, favorecer el crecimiento del pelo… mejor no seguir. Mal no creo que me haga.
Como ya me pasa con alguna medicación que huele a anis y ahuyenta, el Aloe Vera a mi parece hasta agradable y casi rico cual elixir de dioses. De la misma forma que la gente toma gelatinas y se convence de sus bondades infinitas, así tomo yo el bálsamo verde, con la firme convicción de la eterna juventud y la hidratación total. Mi padre lleva años tomándolo y es capaz descargar las maletas de un viaje a las dos de la mañana sin pestañear. Yo de mayor quiero ser como el. Con menos nariz –insisto- y con más pelo.
Hola cariño, no dudes si el aitá lo toma y va como un tiró seguro que tu irás igual, animo que esta noche compartiremos mesa y mantel, o picho y cervecita que para el caso da lo mismo.
Un besazo
Ni duda. El ejemplo lo tenemos. Tu de momento cuida el pelo…. Esta noche te llevo una caja y algo más.
Tu aita, todo un ejemplo de vigor y fortaleza, tambien tomaba kefir, lo escribo asi no se si está bien, a mi me parecia asqueroso y como olía, jajaja, y tambien tomaba cocacola…
Muxuuuuus
Que verdad Isabel. Sigue tomando Kefir. En la trashumancia que en Otoño hace de regreso a Elizondo el kefir es uno de los elementos clave que llevar, mantener a temperatura y desarrollar. Lo de la Coca-Cola es ya el top de un avanzado a su tiempo. Cuando la gente hablaba de grandes añadas de vinos, JJ disfrutaba de la cosecha de Coca-cola de 1987.
Las coca colas también ayudan!!!! Porque, además del aloe es lo k beberlo aita no??? Animo k ya veras k rápido pasa el tiempo… Muxussss
Uiiiio….que me da a mi que segun te acercas al terruño se te va aliviando. Todo que es esa meta de años? Na de na,.que te lo digo yo!
Vas con tus elixires de amor a matar el tiempo con salud y lo que es mas importante con esas dosis de Amor correspondido e incondicional . Me pongo a pensar en como el idioma suscita el cariño del que lo escribe…se te ve el plumero. Ya quieres llegar «Navarrica» aita y ama……palabrotazas cañonas que paran el tiempo y dan mas que todas esos paliativos que ingerimos …dan calidad de vida. Y trascienden a lo mas de lo mas allá donde todo refiere VIDA. La FAMILIA.
Pasalo bien y gracias por compartir siempre generosa dejándome este espacio de comunicacion para darle sustancia a mi tiempo.
Beso. Portate bien y no tomes en cuenta al intruso Tiempo. VIVELO, tu si lo sabes hacer.