Cocinar en verano (si sabes)

Cocinar es un Don que Dios no quiso darme, así que cuando el año pasado me regalaron la famosa Thermomix tuve una mezcla de sentimientos de agradecimiento y frustración. Un motivo más para comer de forma sana y saludable. Era verano, así que empecé por el complejo plato consistente en la elaboración de un Gazpacho. Continuar leyendo «Cocinar en verano (si sabes)»

Diagnósticos y buenas maneras (o no)

En el Colegio de Lecároz “los piezas” se escapaban de clase a Fransene, una tienda-bar, donde además de una tortilla de patatas podían disfrutar de la libertad atormentada del que se sabe trampeando. Salir del trabajo para ir al oncólogo puede producir una sensación parecida: entre la alegría de pensar que vas a ser libre y estar exento de males, y la presión de dejar la obligación de cada uno por dar lo mejor de sí.

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Tequila y “Eso en Nueva York”

Inicié el año con terapia de amigas venidas del Baztán y ahora el semestre con amigas venidas de México. Es difícil encontrar un antídoto mejor contra el paso por quirófano y la larga espera a lo que diga la biopsia. Pero llegaron ellas, las tres magníficas y todo cambió. Como Carrie y sus amigas en Sexo en Nueva York, las aceras comenzaron a resonar a nuestro paso y con nuestras carcajadas constantes.

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Mujer de las 999 batallas

¿Qué mueve a un cantaor flamenco en un concierto benéfico a favor de la investigación contra el cáncer?. Cuando escuché la noticia, fue la pregunta que me vino a la cabeza. Las lágrimas amagaron con aflorar pero pensé en todo lo que queda por saber. Y sonreí soñando en el Gran Teatro del Liceo el 25 Julio. El sueño no pudo cumplirse, pero decidí vengarme y no faltar a la cita con Miguel Poveda en Flamenco On Fire en Pamplona el 27 de agosto. Continuar leyendo «Mujer de las 999 batallas»

No duermo, hago la guerra al sueño

Pocas cosas hay en el mundo que me produzcan mayor paz que escuchar el sonido de mi Mar Mediterráneo. Cuando era niña y caía la noche, mis “ventanas de ojos” caían por el cansancio de la playa, la diferencia de presión y la vida intensa que en ella se palpaba. Así, mientras sucumbía en brazos de Morfeo, escuchaba la brisa suave que velaba mi sueño y arropaba mi noche de luna de Valencia. Ahora, casi desde el cielo, escucho también por las noches los sonidos de entonces, pero mirando con distancia, porque no me arropa como entonces, me envuelve y rodea entre el recuerdo de la infancia y los escalofríos de un día con sol.

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Bocata de Mayonesa

Los padres de mi María José trabajaban toda la semana de sol a sol. Tenía un negocio familiar que apenas les dejaba tiempo para pisar la playa algún domingo perdido de mucho calor. Por eso, cuando propusieron ir a un huerto de naranjos, el plan resultó tan atractivo. No era época de olor a azahar, era julio creciente en el que sobre todo las notas ácidas mezcladas con un cricri de sonidos inundaba los caminos. El portón se abrió, entramos en la finca como si de Falcon Crest se tratara. Aparcamos el coche y saltamos como si no hubiera tenido nunca un patio donde jugar. Al rato llegó la madre, traía un bocadillo para cada una. No podía creer se trataba de un bocadillo de jamón york y mayonesa, modalidad hasta entonces desconocida e impensable. Continuar leyendo «Bocata de Mayonesa»

¿y si la corrección estuviera sobrevalorada?

Desde pequeños nos dicen “eso no se dice, eso no se hace, eso no se toca”. Ya lo cantaba Serrat y hoy tarareándolo lo retomo como propio cuando pienso en lo sobrevalorada que tenemos la corrección. En la infancia nos enseñan, a fuerza de machaque, que toca hacer lo que toca hacer y que la prudencia verbal garantiza la buena educación.

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Diagnosticar, operar y desconectar

Reincorporarse al trabajo tras un tratamiento contra el cáncer fue como retomar la bici tras años de inactividad o volver al colegio tras una gripe en carnaval. Es decir, todas las noches me dolía algo, al margen de la cabeza, hombro, brazo izquierdo, piernas o estómago. Hasta que un día, sin causa alguna, me pareció que todo tenía una cierta armonía, que casi me reconocía en mis huesos de la clavícula.

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¿Para qué ducharse?

No es lo mismo pasar calor que vivir acalorado. Esta bonita frase, que creo es de cosecha propia, seguro que si rebusco estará ya firmada y no podré  convertirla en viral (aunque es lo que me hubiera gustado). En los últimos años el verano se adelanta y agosto ya no es ese mes en el que cuentan que la gente huía despavorida de Madrid.

El despertador suena a las seis de la mañana, pero estás despierto por la temperatura insoportable. Ya no vale aquello del frescor matinal, del último rato de sueño en el que verdaderamente se descansa, de la felicidad se sentirse confortable tras las veintisiete mil vueltas que has dado. Continuar leyendo «¿Para qué ducharse?»

Abierto por vacaciones

Primera parada en Laboratorio. Estiras el brazo para que te hagan los análisis y empiezas a ver como la enfermera prepara uno, dos, tres y hasta quince tubitos. El chiste es fácil, “ para no aburrirse” en un día de calor. Tanta sangre para que te digan que no circula con fluidez, que su calidad no es óptima y que no coagula.

Segunda parada en Medicina nuclear. Estiras los pies para que te pinchen entre los dedos y te introduzcan una de esas soluciones que te hacen botar con una sensación de electricidad y frio que te deja temblando, hablas sin parar hasta que termina de pinchar.

Tercera estación en Sala de Tortura. Asimilados los contrastes, te pasan por una máquina que empieza por hacerte sentir atrapada y va recorriendo tu cuerpo con reflejos, mostrando en una pantalla una silueta de claroscuros con luces en las uñas, en la cintura, en el pecho…

Cuarta parada en la Calle. Mientras sales hasta la próxima dentro de dos horas, ves cómo en el gimnasio junto a la clínica una joven entra con una carpeta y muchos papeles. Está entregando su CV, buscando una oportunidad a más de treinta y cinco grados, con una sonrisa, en una ciudad muerta por el calor, vacía por la estación y ajena a las necesidades.

¿Alguien dijo que la vida es aburrida? No tiene mérito poner tu cuerpo con sonrisa en pruebas inhumanas, mérito tiene no cejar en el sueño de lograr un trabajo en agosto en Madrid.

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