Muerto el perro, se acabó la rabia. Hoy ha sido la ultima sesión de radioterapia. Planeaba por los pasillos de la clínica en lugar de caminar tranquila hacia el sótano dos. La sala de espera estaba concurrida y los habituales esperaban turno. Se ha escuchado mi nombre y apellido, bien pronunciados por fin, y rumbo al hornillo.
Autor: Maria
Valor y al toro
Y llegó el momento de lo que los taurinos denominarían cambio de tercio. Después de los pases de capote, con verónicas perfectas por destreza y gallardía, con unas chicuelinas que enfocan bien el pecho hacia donde corresponde, para terminar, como no, con algún intento de navarras no completadas en aras de una portagayola para arriesgada pero que si resulta, éxito asegurado.
Murió bata algodón olor a lejía
Quemando a Unamuno
Un día llegué a ver a mi viejo profesor aquejado de un cáncer y me dijeron que había destruido mucho de lo escrito durante años, incluida su tesis sobre Unamuno. Me inundó un enfado con el, por la barbarie, contra el mundo por haber permitido que él fuera afectado, y sobre todo contra mí por no haber logrado animarle más en esa etapa.
Hoy quisiera pedirle perdón y decirle cuánto le entiendo. Pese a saber que mi lucha contra el cáncer la tengo ganada, porque yo también he tirado mucho de la mochila de la vida, donado libros que mis sobrinos no leerán, entregado a la parroquia vestidos que nadie lucirá, y no he quemado el libro porque el blog lo vas entregando y ya no es tuyo. Continuar leyendo «Quemando a Unamuno»
Aunque sonría hay efectos secundarios
No es verdad que la radioterapia no tiene mayores efectos secundarios. Mentira, mentira, mentira. Sobre todo si aceptamos que la medicina está personalizada y que no hay dos cánceres iguales.
Durante más de una semana no he servido ni para coger el teléfono. Mucho menos para caminar como recomiendan los doctores diariamente ni para darme con rigor una crema hidratante de la alavesa Maria D’uol. Aunque me conformo y digo que esto tiene que ser así. Continuar leyendo «Aunque sonría hay efectos secundarios»
Levanta la cabeza, se cae la corona princesa
No es broma, aunque tiene gracia. Desde hace unos años a mis sobrinas e hijas de amigas que inician trayectoria laboral y se enfrentan a las entrevistas “Levanta la cabeza princesa que se te cae al corona”.
Llego a radio y la técnico me dice que suba la cabeza. No puedo creer lo que oigo, tengo frio, me encuentro mal del estómago y callo. Asiento y obedezco. Eso sí, dos días mandándome no. Que no me sale de las narices y pregunto que por qué. Respuesta sencilla y clara para no quemar la zona de la barbilla y centrarse en el pecho. Por qué no me callaré. Da igual me lo tomo en serio y como si de un ejercicio de buenas posturas de señorita se tratara. Continuar leyendo «Levanta la cabeza, se cae la corona princesa»
Son radiaciones, no corona de santa
Mi memoria de pez no resiste casi ni un día. Mira que me había dicho esta mañana que tenía que escribir en cuanto llegara a casa. No solo por ser viernes puedo vestirme con vaqueros, a diario puedo, pero espero el día con igual felicidad de quien cierra ciclo pero por diferente motivo. Hoy las enfermeras me han despedido con un Feliz Fin de Semana. “Ya quedan menos sesiones de radio”. Continuar leyendo «Son radiaciones, no corona de santa»
Dia Internet – Isidoro o Steve-
Que hoy también es mi día, el día que intenta dar a conocer las posibilidad de las tecnologías (lo de nuevas mejor obviarlo) para mejorar el nivel de vida de los pueblos y sus ciudadanos.
Todo día tiene algo o todo de reivindicación –a menudo de cursi y hortera-, pero viene bien para recordarnos lo afortunados que somos. Sin ir más lejos… Continuar leyendo «Dia Internet – Isidoro o Steve-«
Crème Brûlèe con Radioterapia
Algunos aprovechan las noches para salir de juerga. Otros, para permanecer en vela. Hay gustos para todo. Yo opto por la segunda, a pesar de que la amable voz que me adelantaba la cita con el médico me hubiera dicho que solo se debía a que ya tenían los últimos resultados de las pruebas.
Respiro suavemente y de nuevo quedo fuera de juego. Según ese informe incomprensible, en perfecto inglés, el riesgo de reactivación es mínimo y la quimioterapia no aportaría valor. ¿para qué me he tragado tres películas esta noche, veinte infocomerciales y dos conciertos de piano? Para que tenga cara de cansada, nada más. No salto de alegría porque mi médico es serio y no es bueno que descubra mi forma de ser tan natural y simple. Como diría mamá “siéntate recta y escucha”. Para no dejar cabos sueltos, repregunto sobre el tratamiento. Me informará la doctora en radioterapia que, acto seguido, puede recibirme. No, no puede ser cierto que matemos dos pájaros de un tiro. Continuar leyendo «Crème Brûlèe con Radioterapia»