Esta noche pasearé por los campos de lavanda de Brihuega, me sentaré en una silla de madera y le escucharé cantar. Para ella, recitar melodías como “No me importa nada” “Rufino” o “Un pedazo de cielo” no es solo un trabajo. Su voz partida, un gesto que nos obliga casi a ayudarle a terminar las frases o tenderle la mano, son signos de una persona especial: ella es Luz como su nombre, de apellido Casal.
Cuando leí cómo se enfrentaba al cáncer, con la misma serenidad que a un concierto, con una mirada fija pero no retadora, con una voluntad de hacer lo que toca, me volvió a impresionar. Su imagen física se deterioró con el trance y la lucha pero sorprendentemente no sus ojos, que no se quedaron con la denunciante mirada perdida de quien esquiva a la muerte. Y también me gustó su frase “llevar en la cara reflejado lo mal que lo estás pasando no es lo mejor. El miedo es un lastre”. Palabras desde lo hondo de una cuyo eco resuena cada noche me desvelo.
Que las empresas nos comprometamos con las causas sociales es tan normal como lo hacen las personas. Luz colabora con la Asociación Española contra el Cáncer y continuamente ofrece testimonio de experiencia retadora, de voluntad, pelea y compromiso. El día que en UST Global celebramos el Día del Cáncer, mi agradecimiento fue para ella, que había grabado en mí una de sus reflexiones «Con el cáncer te quedas débil, pelona, pasas a ser alguien dependiente… Eso es lo duro». Y así es. Entre ese día y el que volví de mi baja supe que había vuelto para algo.
Iré a escucharle vestida de blanco y abrigada, porque desde que Garbancito se fue mi cuerpo se quedó helado para siempre. Mientras ella cante, yo recorreré mi camino desde el momento del diagnóstico hasta el día en el que no recuerde el temblor de mi mano izquierda. Su canción será mi canción, la lavanda mi aroma y la luna mi espejo.
Yo también estuve en el festival de la lavanda escuchando el concierto de Luz Casal
Fantastica! Una noche magica
Sin duda una gran noche. Para recordar. Salud y saludos,