Todos los viernes llegaba puntual a su cita con la máquinas del gimnasio, como si levantar pesas hubiera formado parte de su rutina habitual. Entrenaba sin descanso antes de forzarse, seguía con rigor los ritmos impuestos y terminaba sin gota de sudor. Puro glamour.
Veinte años atrás le había sido descubierto un intruso en su cabeza, que le fue desalojado inmediatamente. Desde entonces sufrió avatares varios, que no le impidieron ir a trabajar más de lo estrictamente necesario, salir a bailar sin medida ni dejar de disfrutar del marisco que tanto le gustaba. Vivir siempre vivir. Disfrutar como si no hubiera un mañana.
En una revisión rutinaria le dijeron que quizá pudiera reaparecer el intruso. Sin inmutarse, replicó que si el primero había tardado más de veinte años en crecer, a éste le quedaban unos cuantos. Y siguió con su vida como si nada sucediera. Disfrutar como si no hubiera un mañana pero con la placidez que da la perspectiva del tiempo.
Han transcurrido más de seis años y nada parece presagiar que nuestro “amigo” crezca. Ahora cumple una edad dorada y tengo el inmenso placer de compartir camino con ella. Un cerebro demasiado fuerte, una voluntad de hierro, unas ganas inmensas de disfrutar cada momento, todo eso impide, casi seguro, que tengan que abrir de nuevo las puertas del quirófano. No sé si su cocina esmerada ayuda, su vida ordenada, su energía canalizada en el campo del Athleti, pero sí sé que es una GANADORA. No todos podemos ser de Osasuna. Esperemos que algún año disfrute de ganar una Liga y no sólo de torneos internacionales. Hablaré con El Cholo. Nunca dejes de luchar! Nunca dejes de creer!
Esa es la actitud, como si no hubiera mañana. Lucha, lucha y lucha; con intruso o sin el. Al fin y al cabo todos tenemos que estar sentados a la Gran Mesa.
Menuda referencia tan buena la de tu compañera de avatares! …adelante Rocinante ….
Desde la perspectiva cercana… Canalizada, canalizada en el campo del Athleti, permiteme que tenga mis dudas…
Ahora, esi sí:
Nunca dejéis de creer… Nunca dejéis de luchar. 😉
Buenas compañeras de acatares.
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La lucha siempre tiene premio porque nos fuerza a dar lo mejor de nosotros mismos. Y el premio somos nosotros en camino y paso firme hacia la perfección. Solo hay que entenderlo y buscarlo con energía y determinación.
Buenas noches y un beso fuerte!
Tienes toda la razón. Gracias y un fuerte abrazo.