Disculpen si no muero.

Diapositiva6CEsta semana hemos celebrado el día de Todos Los Santos (1 de noviembre) y día de Difuntos (2 de noviembre). Paseando entre tumbas y flores he confirmado que no tengo intención de morirme en mucho tiempo. Y conste que no es frivolidad al hablar, ni tremendismo el no hacerlo escudada en un halo de sonrisa, ni inconsciencia, ni casi nada de lo que parece.

Desde que me detectaron el cáncer, decidí que no iba a poder conmigo. Tenía el ejemplo de mi compañera de PY que batalló a los veintiocho con un tumor cerebral y muchas noches me recuerda que vamos partido a partido. Como para flaquear en exceso.

He puesto de mi parte lo que he podido. Me puse en manos de los cirujanos, quienes dieron buena cuenta de la oportunidad, abriendo, cortando, extirpando y dejando cicatrices para recordar que un día alojé a Garbancito.

Someterse a radioterapia y/o quimioterapia parece y es opcional. En mi caso, fui diariamente a las sesiones que me indicaron, con el cuerpo de ternero degollado y la cabeza que desde el principio cantó ruidos y jaquecas permanentes.
La hormonoterapia no está siendo un camino de rosas, aunque los otros tratamientos parezcan más agresivos. Mi batalla con los efectos secundarios me aburre más a mí que a mis pobres familiares y compañeros de trabajo, a quienes abrumo con mi mal cuerpecillo.

Dicho todo lo anteror, es normal que en mi visita del sábado al cementeriDiapositiva2Co de Elizondo, dijera a mis abuelos y tíos que no me esperen en mucho tiempo. Y eso que el panteón comprado por mi aita estaba precioso. Dos grandes macetas de flores medios silvestres, ramos de flores blancas y un helecho no me convencen por supuesto a corto, ni a medio, y a largo porque es una de las grandes certezas. Quiero añadir la estupenda ubicación y magnífica orientación, con la cabeza fría al norte y los pies calientes al sur. Pero va a ser que no. Insisto.

En mi visita a la isla de Paztcuaro, viví una noche de muertos en la que  los vivos les cuidaban como a reyes, pero recordarlo tampoco me ha animado hoy. Sé que puedo parecer presuntuosa, y quizá lo soy, pero sobre todo tengo unas enormes ganas de seguir disfrutando de la vida, de cumplir muchos sueños, de escribir quizá un libro y envejecer con dignidad. Y vuelvo a recordar que hoy por hoy más del 90% de casos de cáncer de mama son curables, que hay que seguir los dictados de los médicos, comer sanamente, hacer deporte y pensar que la vida merece la pena. ¡Vamos, casi la misma receta que para cualquiera! Eso sí, con un poco más de droga en el cuerpo.

PD. Mis queridos dieciocho lectores: ¿no creeríais que todos los post iban a ser pastelones?

 

 

 

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9 opiniones en “Disculpen si no muero.”

  1. Viva Maria Jose Viva y siempre! Este es el espiritu que nunca muere, alegria y mirar para adelante es lo que hace falta para andar el camino desconocido de la vida.

    1. Justo ahora en un día que cae en un Madrid otoñal contaba a un buen amigo que no quiero dejar de sonreír y pensar que todo merece ser vivido. Compartir con compañeros de colegio mesa, mantel y buenos recuerdos, eso no tiene precio. Y hemos recordado algunos que no han podido asistir! En la próxima esperamos avisarte con mayor antelación.
      Un fuerte abrazo,

  2. Desde que nos presentaste a tu oculto garbancito, ese cara dura no invitado, te he venido leyendo. Pero hoy hemos tenido la fortuna, una decena, de compartir contigo mesa, mantel, nostálgicas anécdotas, y larga sobremesa acariciados por esas gotas de bendita agua que regaban en el exterior todo lo que no quedaba a cubierto. Y ya has visto Maria José como se han pronunciado todos en no dejar pasar oportunidad de repetir.
    En el Colegio era la Madre del Buen Consejo, pero en las reuniones de excolegiales la levadura eres tu.

    1. De levadura nada, que tu lo que quieres es delegar y eso no puede ser. Cuando se tiene un buen jefe para qué cambiar, o no lo ves en la política en general. Tener un revolucionario motivador como tu nos obliga a no parar. Solo podemos ayudar en el mundo digital, informar por que formar es imposible a personas tan ilustradas y acompañar en reuniones no solo de nostalgia si no de ilusión. Un abrazo Sr. Presidente del Consejo de Madrid de Ex-colegiales de Lecároz, nos vemos muy pronto.

  3. Bueno, bueno, bueno, veo que pasas sin ver Larriu. Pues va a ser que nos tengas que visitar tu a todos una vez aunque sea en esos lugares donde reposarán nuestros hidalgos huesos. Veo que el apetito no lo perdiste! Buenísima señal, aguanta, yo en mi último suspiro cuando por lo que fuera o fuese tenga a bien «EL Preciso» llamarme a filas solo quiero que estés los que con garbanzo o sin el compartisteis mesa y mucho cariño con mi persona ….yo no he estado en ESE tu LECAROZ, pero visto lo visto y leído lo leído ….quiero creer que tu entusiasmo y querencia al terruño sobrepasa día de todos los Santos y fieles difuntos e indulgencias …la cabra tira al monte ….donde se liba mejor que mejor cuando los caldos saben a la tierruca y al cariño entrañable de viejas maderas. Algun día antes de dar la espantada te dejaré presumir de ese entrañable contexto, vete preparando el CAMINO….que arrieros somo……

    1. El paso por Lecároz me ha marcado y mucho. En ese colegio me formé para seguir el camino de la comunicación. Allí sentí que siempre estamos acompañados, que nunca estamos solos, que arriba alguien nos mira y cuida. En ese valle donde se alzaba majestuoso nuestro colegio conocí a compañeros de aula y vida. Gracias a sus aulas hoy tengo unos amigos estupendos de los que siempre aprendo. Estaré encantada de acompañarte en tu visita a nuestro Valle, que es un poco el tuyo desde que Isabel Perochena nos acogió en México. Un abrazo,

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