El trabajo de escribir

Han pasado casi dos meses desde que empecé seriamente a pensar en tomarme unas vacaciones del blog. Todos los que me han escrito, llamado y hablado, me dicen que no puedo dejarlo. Y yo me pregunto por qué no.

Así que, resumiendo, haciendo de nuevo examen de conciencia, tratando de ser crítica pero con generosidad, encuentro que tras este tiempo básicamente son tres los motivos los que me llevarían a tomarme este receso o simplemente abandonar:
– El blog nace como forma de ordenar una situación sobrevenida en la vida, el shock con la noticia del cáncer, de la extirpación de Garbancito, como forma de no repetirme tediosas explicaciones a familiares, amigos y conocidos. Esta situación ha cambiado. Lo duro ha pasado. Tiempos de calma.
– El blog cobra su momento cumbre cuando los efectos del tratamiento oncológico me impiden llevar una vida compartida con las personas que me quieren y me lleva a sacar de mi lo bueno que la experiencia tiene y animar a la lucha sin cuartel. Tiempo pasado.
– El blog se reconduce cuando retomo una vida laboral e intento compaginar la experiencia vivida con el correcto desarrollo de mi función en el ámbito empresarial. Tiempo presente en el que no logro cerrar objetivos como quisiera.

Escribir un blog de moda debe ser divertido. Las fashion victims se ponen prendas ideales, hablan sin parar de tendencias y se fotografían con looks favorecedores. Escribir sobre enfermedades es menos divertido, cuando tratas de sacar algo positivo de los escollos, hablas y escribes de dolor sin conocimiento científico y con el temor a la falta de rigor, y te encuentras en todas las fotos que cuelgas como cocinera en la Bolsa de Madrid.

Y sin embargo, a pesar de todo, cuando cae la noche del martes se apagan las luces de los vecinos, el silencio se adentra en la casa y el olor a ropa limpia baja desde la terraza, vuelves a coger el ordenador y tecleas como si no hubiera un mañana. Porque el trabajo de todo contador de historias es sobre todo de paciencia, de reflexión, de lectura y de amor a las palabras. Cuentas para los demás, pero cuentas para ti, para no olvidar, para recordar, para soñar, para vibrar y, sobre todo, para conquistar.

PD. Escribo mientras espero que llegue la migraña, la presión por los resultados aprieta, la desazón por el reto profesional se agudiza y sólo en el teclado encuentro la paz de las monjitas de clausura. «Cada uno tiene sus cadaunadas» le digo a mi padre a menudo. Y esta es la mía. Aunque cueste.

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15 opiniones en “El trabajo de escribir”

  1. María José, no dejes de escribir, lo haces tan bien….además yo creo que para ti es una terapia y a tus amigos y la gente que te queremos nos gusta leer tu blog. No lo dejes !! No tienes por qué hablar de garbancito, seguro que se te ocurren muchos otros temas que compartir??

    1. Gracias Carmen. En este mundo sobran los temas duros, con el cáncer se vive y convive, pero muchos prefieren no verlo. Es una batalla larga. De poco sirve que te digan que todo va bien, que Garbancito no estás, porque sientes que los garbancitos nacen y se reproducen con facilidad, aunque te digan que todo está controlado. Y no es temor solamente, porque si una vez pudiste con el, volverías a poder.Es la rara sensación de que sigue conviviendo contigo. Te sigue doliendo su lugar vaciado, el hombro se encojo, la parte lateral de tu cuerpo está bloqueada cada mañana, la cabeza gira.
      Cuando leí algún comentario sobre la dureza del tema pensé en lo pesado de leer a alguien con un título como el mío todos los viernes, o casi todos, y me planteé el abandonar. Lo que ocurre es que esta batalla no se termina. El tratamiento es de diez años. Y como conté el peor día de pruebas continuas 24 horas, sigo contando la vida mientras quito hojas al calendario del tratamiento.
      He abierto COCINANDO, nunca me gustó, ni me gusta, cocinar, pero me parece un reto contar cómo intento aprender a cocinar algo, comer mejor para vivir mejor, y convertir una obligación en un juego. A los que me conocen verme frente a la termomix se le antoja curioso.¿por qué no contar como cocino aunque no llegue a la altura de mis hermanas y solo pretenda sobrevivir?. Mi madre me escribió un libro con sus recetas que sigo poco pero que me inspira.
      Escribo porque mi sueño era escribir, releer me cuesta porque soy muy crítica. Dudar dudo en continuar porque las fuerzas por las mañanas me falta y porque, insisto, el cáncer a muchos no «mola».
      Sigo buscando temas que contaros, experiencias que compartir, sueños que construir y olores que dibujar!!! Sé que tengo 17 lectores semanales, ellos son mi guía, el resto son bienvenidos y para ellos busco temas ¿será DIBUJANDO el próximo tema? ¿será VIAJANDO? ¿será VISTIENDO? … lo que está claro es que, hable de lo que hable, vivo soñando y escribiendo viendo un gesto de sonrisa en cada lector. Gracias por leerme. Salud y saludos para todos.

  2. Recuerda a tus compañeros cuando la desazón por el reto profesional se agudice, que esa sea la última de tus preocupaciones.

    No me olvides que no te olvido, gracias por un gran verano.

    1. Ultimamente repito, demasiado a menudo, que es fácil decirlo y difícil cumplirlo. Hoy nuevo pequeñito palo cuando crees que sólo es recoger diagnósticos, saludar maravilloso personal de enfermería y atención al paciente, y estupendos médicos. Pero, no, te pueden decir que, como en el parchís, de nuevo a casa. Y empezar ruta médica. Yo también creo que ciertas preocupaciones solo pueden ser ocupaciones, pero a veces cuesta. Y hoy es uno de esos días.
      No puedo olvidar a quien tanto dio, compartió y motivó. Gracias a todos los que compartisteis, compartís y compartiréis esos momentos que convierten la vida en una sucesión de momentos aliñados con risas y sonrisas.
      Tengo la gran suerte de haber tenido grandes compañeros de quien aprender. Y a todos, sin ellos saber, les miraba a los ojos y buscaba desde el principio su misterio, su corazón, para comprobar que lo bueno siempre está oculto.
      Suerte!!!

  3. Cada página de tu blog es una placa del seguimiento de tu proceso de lucha, y sabes lo que significa verla limpia. De modo, Maria Jose, te toca seguir: Te lo debes a ti, y nos lo debes a los que te queremos

    1. Cuando me diagnosticaron que Garbancito estaba alojado plácidamente en mi, creí ya estar muerta. Después miré a mi alrededor y vi sol, luz, familia, amigos y un montón de sueños que no había podido cumplir. Así que me dije, levántate y si tus tías pelearon, tu también. Y me propuse que todos los días tenía que sonreír. Eso a veces me cuesta por las jaquecas (que cada día voy controlando). Hoy no ha sido un buen día, pero cuando he cerrado el ordenador profesional, he abierto mi teclado amado y he visto mi blog, he recordado que esta aventura redaccional merece mucho la pena. Espero que este otoño nos permita reencontrar esos amigos intergeneracionales, compañeros del colegio de lecároz, amigo de corazón, que siempre me llenan de orgullo de estudiante y me recuerdan que todo está por aprender.
      Un abrazo, besos, salud y saludos,

  4. María José te leo y veo en ti una persona súper fuerte con animo y coraje. Yo como dices en este post escribo de cosas relacionadas con el mundo de la belleza, superficiales pero que nos ayudan a ver la vida de color de rosa. Porque la vida real se aproxima más a las historias que tú nos cuentas de tu vida. Y hay que seguir adelante… todo depende de cómo se mire. Y yo mirando desde tus ojos cuando te leo también veo que todo puede llegar a ser de color rosa…
    Por favor no dejes de escribir… quiero seguir disfrutándote mucho tiempo..un beso! Bea

    1. Cada blog tiene su origen y su función. Me gustaría tanto saber de belleza como esos blogs de los que hablo, porque siento que incluso podría tener 18 lectores, no solo mis fieles 17, bueno contigo 18, así que podría tener 19. Escribí el otro día la reflexión sobre el tema tras espiar con envidia nada sana el blog de una influencer estupenda que mostraba tendencias que animaban a soñar, con unas fotos ideales, un diseño cuidado y mucha magia. Después volví a mi teclado y me encontré con mi verde Baztán, que me encanta porque me transporta a mi valle, a mi pequeña Suiza, y me dí cuenta de las pocas fuerzas que tengo para terminar de rediseñar un blog más moderno, cambiarle de cara, actualizar su maquillaje a colores terrosos de otoño, llenarlo de los olores a hoja humeda y a setas, con sonidos de arroyos y salas de pintura del Museo de las Bellas Artes de Bilbao. Y comprendí, una vez mas, que el cáncer «aunque esté de moda, no mola». Así que quizá escriba de cocina para vivir y disfrutar, de ropa para que no te rocen las cicatrices, de sueños para hacer la vida más bella y de flamenco para llorar y cantar… porque todo sea por seguir Sin Temor Al Tumor, y echando humor al tratamiento, a la migraña, a las ojeras, al cuerpo devastado y la piel reseca de tanto pelear…
      Nunca fui muy de rosa, y ahora todas las tardes me calzo las zapatillas rosas contra el cáncer, porque sé que puedo ganar, que voy ganando. Y todas las tardes recuerdo a mi amigo Pepe que me dijo que sería un camino largo y que debía centrarme en mí, que me alejara de los falsos agoreros…
      Me fascina escribir, y sueño con llegar a los 20 lectores! ¿será soberbia?¿será ambición? NO, es simplemente el sueño de quien está segura que de todo se sale y se puede aprender.
      Un fortísimo abrazo, gracias por seguirme, besos, salud y saludos,

  5. Desde el anonimato y el silencio tienes en mi a una fiel seguidora de tu blogs. Solo decirte que eres una de las personas mas fuertes y valientes que conozco y leer tus vivencias y tus sentimientos me ayudan a poder explicarles a gente de mi entorno que esta en tu situacion porque y como hay que luchar. No seas egoista y sigue escribiendo,piensa en el bien que haces a quienes te leen.

    1. Osea que tengo más de 17 ó 18 lectores?? Qué satisfacción. A lo largo de este camino me he encontrado con lectores fieles, infieles y medio-pensionistas, vamos, como es la vida. Contar lo importante de plantar cara al mal tiempo siempre fue mi máxima, por mi y por los demás, tratando de evitar el simplismo, pero mostrando que la vida se puede simplificar. Quizá lo que más me cuesta es aceptar que me faltan fuerzas a menudo pero hacer tantas cosas que me gustan.
      A los que me leen sólo digo que » si no lo logramos, habremos peleado; si lo logramos, habremos ganado; y siempre, podremos decir que lo intentamos». Ah!! y con humor… por que, los que me conocen de puertas adentro, de pared con pared, saben que la cocina no es lo mío, y que he osado escribir sobre ella. Tendré que pedir perdón a mis querido Martín Berasategui, Carlos Oyarbide, Moises Leránoz, Ricardo Gil, Eusebio Arbelaitz y a Loli. Sin olvidar a mi amatxi, a mi ama, a mi hermano cocinillas y a mi vecina extremeña, los ejemplos reales en los que me inspiro. Porque en la cocina solo hago bien el café.
      Un fuerte abrazo, besos, salud y saludos,

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