1 de enero del 2020 Wow

Los niños pasan el tiempo con los que juegan con ellos, los jóvenes con los que comparten sus aficiones, los adultos con los conocidos en la carrera o el trabajo, los de mediana edad con quienes coinciden en intereses y los mayores con aquellos que coinciden con nuestras raíces o principios.

Continuar leyendo «1 de enero del 2020 Wow»

¿y si bajas de velocidad y evitas un accidente?

Trabajo con la intensidad de quien no ha pasado un trance y cáncer, y piensa que tiene todo por ganar. Un año, hace bastantes, soñé con liderar la comunicación de una empresa, con todo lo que suponía de redactar, mantener la relación con los medios, elaborar comunicados, impulsar acciones de responsabilidad social, trabajar un presupuesto y mucho más. Y en eso estoy, aunque olvide con demasiada frecuencia que con la salud no se juega.

Son altas horas de la madrugada cuando escribo este post, después de despertarme preocupada por no haber incluido algo más en mi plan 2020. Mejor tener menos acciones, más concentradas y focalizadas, me digo intentando dormirme de nuevo, pero no hay manera. Y me encuentro ante el papel blanco alejando la mente del quehacer diario y centrando mi atención en el sueño vital.

¿Qué hace que después de haber pasado por lo que he pasado siga dedicando tantas horas y tanto pensamiento a algo tan efímero como el trabajo? Si tuviera la respuesta clara, estaría en otra situación. Cuando termina el año, sí tengo claro que esto no puede seguir. Quizá implante metodologías agiles para buscar nuevas vías, haga más eficientes mis horas de trabajo con una concentración del esfuerzo y una dedicación diaria a mi otra vida. Son propósitos y cuentan las obras.

Cada noche al acostarme me duele donde se alojó el tumor y cada mañana sigue costándome levantarme por unos dolores reflejos de mi herencia genética migrañosa y mi dedicación a pensar más que a dejarme llevar.

Todos los barros vienen de unos lodos. No cabe duda…

Cuando tu vuelves, me voy

Que también agosto en Madrid termina y es bueno sacar algunas enseñanzas, recordar algunas vivencias repetidas y dejar por escrito una Guía de Ruta para 2020.

1- Aunque parezca que todo el mundo coge vacaciones, hay quien como tú trabaja, ha hecho la misma elección o le ha tocado guardia. Y puede ser tu jefe. No eres el único de Madrid que ficha en agosto.

2- El tráfico rodado es más ligero y hasta puedes hacer estimaciones más fiables sobre el tiempo del recorrido al trabajo. Aprovecha que dormir cinco minutos más no supone llegar tarde.

3- Si puedes hacer jornada intensiva, vuelve a comer a casa y rentabiliza la compra de la mesa de comedor. Hay quien para para hacer un kit-kit y aguantar hasta el medio-tarde-día. Comer en casa es un privilegio a precios populares.

4- Aleja revisiones médicas o consultas de tu mente, quizá tus médicos también estén fuera y si vas te toque contar tu historia desde el comienzo de los tiempos . Vete solo al ambulatorio en caso de picadura grave, indigestión de chopitos o receta de urgencia. Tu cabeza merece parar.

No os apelotonéis y empecéis desde septiembre a pedir las vacaciones 2020. Disfrutad del hoy que el mañana es incierto.

Creo que me escaparé unos días: sin móvil, sin ordenador, sin reloj. Pero solo se lo diré a quien tendría que tirarme de las orejas si no vuelvo. Me iré con la sensación de no dejar terminados todos los deberes y de culpabilidad  por irme cuando todos vuelven. Pero también, cuando me quite el reloj que tanto me gusta sabré solo sufriendo se disfruta, que solo trabajando se ganan vacaciones y que cuando vuelva el mundo seguirá girando como siempre. Porque solo soy lo que soy, una pequeña pieza en una organización, empresa, que trata de poner música en un campo de lavanda, dibujar en una moleskine a sus sobrinos, escribir para sus cuarenta lectores y cocinar para los intrépidos amigos.

 

error

Te gusto la entrada? Por favor, comparte :)