Levantarse y saber que es el primer día de tu nueva vida es una sensación rara, muy rara, rarísima.
Al día siguiente de operarte ya te mandan a casa. No has roto nada, no parece haber llenazo, ni ser San Fermín que necesitan camas por si acaso en Pamplona. Continuar leyendo «El Alta llega antes de lo que esperas»