Cuanto más tenemos, más queremos. Cuando estás mal, solo quieres salir del pozo, cuando estás celebrando el día de tu cumpleaños, quieres además que no te tire la cicatriz, que no te duela la cabeza, que no paralicen los calambres de las piernas y, sobre todo, que tu mente abandone la ebullición por el futuro en reposo. Continuar leyendo «Abrázame tía que tengo frio»