Un día sin pruebas es impensable y fundamental, sirve para recuperar fuerzas, dormir, desayunar con tranquilidad y vaciar la nariz del olor a formol o lo que sea que inunda. Puedes dar un paseo para recuperar fuerzas, respirar y ver a una amiga con quien discutir de política, religión o simplemente escuchar las historias de una o varias vidas sin cáncer. Puedes ver la exposición de Laura Esteban si vives en Burgos y coincide. Un placer. Continuar leyendo «No hago novillos, me dan fiesta»