“La puntualidad es: deber de caballeros, cortesía de reyes, hábito de gente de valor y costumbre de personas bien educadas”. Puede parecer que olvidé esta máxima la semana pasada para el oncólogo, pero fue en realidad un despiste de los muchos que tengo -y más ahora-, o puede que una herramienta de autodefensa para posponer la consulta.