Verde Baztán & Rosa Cáncer

STAT - JARDINCuando empecé a diseñar mentalmente en que quería convertir mi blog tuve claras varias cuestiones:

No quería que el color de fondo fuera el rosa. Me resultaba muy como tirar del color que se identifica con el cáncer de mama, ponerme un pañuelo y mostrar mi cáncer de mama. Demasiado sencillo y poco arriesgado.
– El recuerdo de mi valle verde del Baztán, de mi jardín verde de Elizondo, me llevaron a desear cubrir el fondo con hierbas de nuestros prados, de las que humean en agosto cuando se cortan, frescas y refrescantes.
– Quería que mi relato fuera una bitácora de viaje para mí en este camino, y que me permitiera compartir lo que vivía y sufría sin aburrir a mis amigos y familiares, poniendo un poco de distancia consciente de mi hipersensibilidad.
– Estaba segura que iba a tomar PÍLDORAS DE VIDA, esas lecciones que los grandes eventos de nuestras vidas nos dejan como herencia y que nos recordarán después lo importante de haberlo vivido.

Claro, claro que me angustiaba la exposición:
– A nivel familiar: ¿por qué un blog y no hablar por teléfono? Por comodidad al vivir lejos, por afición y gusto, y por obligación de compartir.
– A nivel laboral: ¿cómo compartir en un blog tu paso por el horno con quienes siguen peleando en el día a día por nuestra empresa?
– A nivel de amigos, ¿por qué no mantenerles al corriente sobre tu camino, si quieren y pueden, y sin obligarte a sufrir repitiendo lo mismo un mínimo de 10 u 11 veces cada día?
– A nivel de enfermos, ¿por qué publicar cuando no te esfuerzas en abrirte a personas en una situación similar para compartir y caminar juntos? Porque he encontrado personas muy cercanas, la pequeña cantante de rancheras que me canta y habla porque no sabe escribir bien, la que me manda whastap con la evolución y la foto tirando la bata, la que no tiene remedio y solo cree que el milagro se obrará.

Al final la historia de cada uno es de cada uno, como el cáncer de cada uno es el cáncer de cada uno. Compartir la privacidad sana si lo haces con delicadeza, te permite mostrarte con más naturalidad. Quizá en algún momento hasta eviten decirte “te veo bien”.

Me tienen que ver bien, aunque me vea con la cara cansada, las fuerzas bajo mínimos, la tensión al límite y los análisis en la franja baja. Pero los que nacimos en Baztán somos AZKARROS, azkarros son los chicos fuertes y bien alimentados que se formaban en los pueblos y a quienes las maestras introducían en los modales y buenas maneras. No estoy como ves. Estoy como me veo yo. Sonriendo ya a la Navidad.

Sígueme y da me gusta:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

error

Te gusto la entrada? Por favor, comparte :)