Me costó escribir el post en referencia a Isabel Serra sobre las donaciones de Amancio Ortega para el cáncer. Reviví la inmensa preocupación que me producía desconocer el camino que me esperaba cuando me detectaron el cáncer y el bloqueo que me había producido en los últimos meses perder a cinco amigos por este mal. Para colmo, inunda mi cuerpo una sensación de culpa por el hecho de sobrevivir frente a quines se han quedado en el camino, sin tener yo ningún mérito más allá de hacer lo que toca en cada momento.
Me costó escribir un mensaje de agradecimiento a Amancio Ortega, que para mi sorpresa fue publicado en El País el pasado 25 de mayo. Lastima no haber logrado que también publicaran la carta que le escribí. La mandé y ahora vuela, quizá un día le llegue y pueda entender qué se siente cuando uno vive de prestado como me siento yo. Me encantaría compartir con él mismo un plato gallego que él mismo aportara y enseñarle yo la verdura de Navarra. En torno a la comida, dice mi madre, gira casi todo en la vida.
En esta polémica he recibido críticas de los defensores de la sanidad pública acusando de recibir limosnas, he discutido con amigos del alma, he recibido mensajes de cariño y empatía y, sobre todo, he querido invitar a la reflexión. Para mi era mucho más fácil no entrar a la polémica y pasar, pero en la vida hay momentos en los que hay que dar un paso adelante.
Los políticos de todos los colores tienen sus resultados y ahora deberán responder antes sus votantes. Hoy ya todos suavizan sus palabras de campañas y matizan sus airadas opiniones. Lo que ellos no saben es que nosotros, como la semana pasada, seguimos, unos con quimio, otros con radio, otros a la espera de quirófano, muchos con largas terapias… como la semana pasada y la próxima.
Gracias a la Directora de El Pais por darme voz con mi CARTA
Muy contenta de tomarnos nuestro » cafetín » y ponernos al día de cada vida.
La verdad en que te encontré mejor, tu cara, ánimo , proyectos ¡Estupendo!
Lo de Amancio Ortega: parece que vivimos «el mundo al revés». Lo bueno se ve mal y «el malo» de la película es el guapo, ósea que atrae más que el honesto y bueno. En fin , da para meditar.
Me alegro que saliera tu carta. A veces da pereza escribir. ¡ya va siendo hora que escribamos y se lean esas noticias buenas ¡hace falta optimismo, esperanza y que hay personas «generosas».
Gracias Amancio .
Un beso con cariño.
Gracias Olga por tu comentario. En la vida hay que poner sonrisa aunque duela. Y quiero pensar que Amancio estará por encima de muchos comentario. De la misma forma quiero pensar que quienes argumentaron en campaña se arrepienten de ello. Quiero pensar que si tienen que hablar de temas derechos, impuestos y otros temas, sepan que hay foros para ello.